Día internacional de la salud mental

Durante toda la pandemia nos han pedido que seamos resilientes, que manejemos la incertidumbre, que aprendamos a vivir en un mundo cambiante, ... pero no nos han dado herramientas para ello. Y es que la salud mental sigue siendo la gran olvidada, aunque ahora haya más campañas para terminar con el estigma y se le dé visibilidad acudir a un profesional de psicología. Hace falta aún romper la barrera del privilegio y que sea una posibilidad real para cualquier persona, incluyendo las más vulnerables. 

Por ello, en este día, quiero aprovechar para reivindicar una salud mental presente en toda la sociedad, otorgándole la importancia que tiene desde que nacemos. Es necesario comenzar desde la escuela, introduciendo la inteligencia emocional como un contenido básico y transversal. Si hoy nadie pone en duda la importancia de educación física en el curriculum escolar, ¿por qué aún no hemos incorporado la educación emocional?  tenemos que enseñar a tolerar la frustación, trabajar la aceptación, hablar de nuestros sentimientos, ... y erradir la violencia y el rechazo, causas de muchos psicológicos posteriores. 

También es necesario incorporar la psicología a la atención primaria, permitiendo que todas las personas puedan acudir y terminando con la sobremedicalización de nuestros problemas. 

Solo rompiendo la barrera del privilegio, conseguiremos facilitar la salud mental, es decir, el bienestar emocional, psicológico y social. Todas las acciones que llevamos a cabo comienzan con nuestra mente, y el estado de esta, determinará como nos enfrentamos a la vida.

Si queremos una sociedad resiliente, trabajemos para educar y formentar la salud mental.