Cómo defender tu TFT (meter gol en el último momento del partido)

31.01.2022

Es importante antes de lanzarnos a hacer la presentación, dedicar tiempo a pensar en ella. Mejor en un papel: apunta las ideas clave del trabajo (de todas sus partes!) y quédate solo con lo fundamental. Ten un guion escrito con lo que vas a contar, la presentación te servirá de ancla pero no debe ser una "chuleta"

Piensa muy bien el comienzo porque será la oportunidad de conectar con el tribunal y que tengan ganas de escucharte. En lugar de decir tu nombre y el título del trabajo y después presentar el índice ya; piensa una forma de involucrar en él al tribunal. Por ejemplo: "Durante este último año pandémico todos hemos perdido matices de las conversaciones/información debido a la máscara. Incluso ahora, puede resultarles complicado saber si mientras expongo estoy nerviosa, me muerdo el labio y sonrío al hablarles. Esto, que en nuestro día a día parece haber afectado, he intentado comprobarlo sistemáticamente a partir de esta revisión titulada....... Y en este poster/presentación he plasmado los apartados introducción, justificación, bla bla bla".

Es importante no escondernos a un lado del escenario, si no situarnos frente al tribunal y dominar el espacio. Adopta la posición VASE como tu postura básica natural al arrancar tu presentación y te aportará una sensación de seguridad y estabilidad. En la posición VASE los demás te percibirán como una persona segura, serena y comunicativa.

También es importante mirar al tribunal, ir cambiando la mirada a los diferentes miembros y no "huir" al suelo o la pantalla. Debemos conectar.

Por último, la gesticulación. Para evitar manos en los bolsillos, atrás, cruzadas, etc y al mismo tiempo utilizar bien nuestro lenguaje no verbal debemos mantener las manos a ambos lados, por debajo del pecho y moverlas de una forma natural apoyando nuestro mensaje.

Es importante ensayar en casa varias veces con un cronometro, y a poder ser, grabarnos en video para corregir posturas, muletillas que tendemos a usar o ajustar el tiempo total que utilizaremos.

Mientras hablamos, debemos introducir variedad en el discurso: variedad de tono usando las preguntas, exclamaciones y pausas adecuadas. El volumen también nos ayuda, lo subimos un poco para enfatizar algunas partes. El ritmo debe ser tendente a rápido (que no rápido!) y podemos ralentizar para enfatizar el mensaje principal o alguna parte clave.

No debemos olvidar nunca que estamos en un acto académico formal y el vocabulario debe ser adecuado. No usamos vulgarismos, no cortamos le hilo para pedir perdón o decimos "joder me olvidé! (esto es más común de lo que piensas). Solo tú sabes que te has olvidado una parte, así que mejor cambia la diapositiva y ve a otra cosa.

Una presentación no es un texto escrito, así que no podemos llenarlo todo de datos y texto. Si el tribunal lee no te podrá escuchar. Tampoco tiene sentido poner tablas que apenas pueden leerse por su tamaño o que no aportan una explicación más sencilla que la que ya teníamos en el trabajo. Debemos escoger la información que es clave, utilizar frases muy cortas y no párrafos completos. Apoyarnos de viñetas e imágenes también ayudará. Pero cuidado con sobrecargarlo de imágenes, mejor una de buen tamaño y simple que 4 que apenas puedan visualizarse.

Aquella información que pueda ser presentada como una infografía, es decir, con iconos, diagramas de sector, etc. Mejor colocarla así ya que ayudará a que funcione como ancla. Por ejemplo, todo el apartado método puede estar resumido en una diapositiva construida a modo de infografía.

En el apartado de resultados pasa lo mismo. Tenemos que escoger diseños que de un vistazo ayuden a comprender lo que hemos encontrado. Por eso, utilizamos gráficos e imágenes, así como flechas o colores que puedan marcar las relaciones (que sube, que baja, que era significativo, etc). Y de nuevo, cuanto más simple mejor.

Todo tiene que tener sentido y consistencia a lo largo de la presentación: el fondo, el estilo de diapositiva, el uso de colores (no abusar de ellos), la tipografía escogida (mejor una simple sin florituras que dificultad su lectura). Por supuesto, no hace falta decir que la ortografía debe ser revisada.

El final es un momento muy importante. Tiene que notarse cuando hemos terminado.

¿Cómo terminan las fiestas de un pueblo? Con fuegos artificiales. ¿Y cómo terminan los fuegos? Con una traca. Pues bien, nuestra defensa también debe finalizar así. Podemos volver al principio y terminar de enlazar con el próposito que esperábamos responder, reforzar la implicación que tendrá o lo que supone estos estudios para la población (y para el tribunal! Recuerda que le hemos involucrado). Tienen que saber en qué momento vas a terminar, sin tener que decir: "ya está" y también tienen que sentir que esos 15-20 minutos escuchándote han merecido la pena. Tienen claro el por qué, lo qué has hecho y qué has conseguido.


Para finalizar, la defensa termina tras las preguntas del tribunal. Coge tu trabajo, léelo, reflexiona sobre aquellas cosas que han quedado poco claras o que son debilidades del trabajo y piensa mejoras o explicaciones de por qué has cometido esas limitaciones. Por otro lado, preguntas típicas son: implicaciones futuras de tu trabajo ¿para qué podría servir? ¿por qué lo escogiste? Tienes que ser un experto en cada página, que entiendas todos los párrafos que has puesto y así podrás defender bien cualquier pregunta. Y por supuesto, no pierdas tu tiempo y profesionalidad discutiendo al tribunal o justificándote innecesariamente (ni tampoco se te ocurra echar balones fuera culpando a tu tutor!). Acepta las críticas y responde con humildad, intentado mostrar que pese a los errores, conoces el tema y sabes lo qué has realizado.

© 2019 Peter de Jesús, Santa María de Guía, Las Palmas
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